VAMBIRO

  Como era habitual, velaba entre los transeúntes y la niebla. Los faroles pintaban los muros de un tono triste y melancólico. Los carruajes repiqueteaban en el empedrado que hacía eco con voces guturales. Ella estaba en un rincón, fue entonces cuando generé mi aparición. Sonó la campana de la medianoche. Mis ojos sedientos de sangre fijaron su atención en su delicado cuello… Fui incisivo desde el primer momento… Y le dije: 

  - ¡Usted está bajo mi control, entréguese! - 

  "Fui a tomar un taxi a la esquina del Congreso, lo esperaba bajo el café abandonado El Molino. De ahí fue que apareció ese viejo ridículo que parecía estar obsesionado con mi cuello y como si la cosa no pudiese ser peor intentó hipnotizarme." 

  "Me encontraba en el móvil, patrullando. Recibí unllamado del 911. Acudí a la intersección entre Rivadavia y Callao, donde me encuentro con la situación de un masculino de avanzada edad disfrazado de Drácula, siendo agredido por un femenino con una cartera de grueso calibre, quien le acusa de intento de hipnotismo. Cuando decido intervenir, al hombre se lo veía agachado, como buscando algo en el piso al grito de: “¡Mis dientes, mis dientes!” La gente se estaba congregando, algunos se le reían y él se retiró. La mujer no presentó la denuncia. Drácula aparentemente pudo encontrar sus dientes. No es la primera vez, tiene antecedentes. Por suerte, hasta ahora, nunca pasó a mayores." 

  "Yo iba caminado, vi que el policía se metió a separar, no sé que problema tendría el Drácula con la mina, pero no era para hacerlo llorar así…" 

  "Está bien lo que le hizo, tendría que ir preso. Por degenerados como éste el país se va al carajo. ¡Falta mano dura!" 

  "Es hora de que las mujeres también nos defendamos, yo hubiera hecho lo mismo que ella ¡Es hora de hacernos valer!" 

  Eso fue lo que me evaporó... ¡Si hubiera querido, con la rabia que venía acumulando, podría haber infectado a todos los presentes! Pero el destino quiso ponerme triste y melancólico, cual el tono de aquellos muros… Entonces fui empalideciendo poco a poco hasta que me disipé en tinieblas.